Obra
Palacio
CDMX, México. 2016
Se me ocurrió la idea de que en temporada de lluvias se podría generar sobre el piso de la explanada un espejo de agua que reflejara el Palacio de Bellas Artes. Imaginé que durante un buen aguacero el espacio estaría solo, sin transeúntes. Esperé seis meses para tomar mi cámara, con la esperanza de que sucediera lo que había visualizado. Hice muchos intentos y me di muchas empapadas. Los policías que ahí se encontraban me veían como "el loco de la cámara", pero, al final, quedé feliz con esta toma.