Obra

Fotografiando este muelle a media noche, de pronto se me ocurrió prender mi lámpara para iluminarlo. Fue un milagro, porque solo así alcancé a ver un cocodrilo que estaba a menos de un metro de mí...acechándome.

No supe que había protagonizado mi foto, hasta después.

Esta experiencia es un recordatorio de que debemos ser felices hoy; no mañana ni el próximo año. Hagamos el compromiso de que nuestras acciones y pensamientos estén en armonía con lo que realmente queremos.