Obra
Serenity
Antartica . 2014
Después de haber estudiado fotografía en la Ciudad de México y en Nueva York, no estaba seguro de qué estilo quería tener, así que decidí realizar una expedición a la Antártida. Pasé días amarrado a la cama, pues el barco tuvo movimientos muy violentos. “¿Qué hago aquí?”, pensaba.
Al cuarto día se sintió una quietud total: ¡ahí estaba la respuesta! Amaneció, salí del camarote y me encontré con un hermoso continente de hielo, aún no corrompido por el ser humano.
El tiempo se detuvo por completo. No podía creer de lo que me había perdido toda mi vida, pasando por alto las maravillas de la naturaleza. Fue en ese momento que supe que dedicaría el resto de mi vida a rendirle homenaje.